La revolución de los SSD

En los últimos tiempos, pocas cosas han tenido un mayor impacto en el campo del hardware y, en definitiva, de la informática, como la aparición de la tecnología SSD. Se trata de discos duros diseñados mediante el uso de unidades de memoria volátiles, frente a los clásicos que utilizan discos magnéticos, y esto implica ventajas, alguna pequeña desventaja y comportamientos completamente diferentes.

Pero, ¿de dónde han salido? ¿Por qué su uso se está popularizando tanto? Y, sobre todo, ¿merece la pena adquirir uno de ellos para un equipo doméstico o profesional? 

Cómo puede el SSD mejorar la velocidad del equipo informático

El disco SSD tiene un funcionamiento diferente a las unidades de almacenamiento clásicas desde su concepción… Ni siquiera se basa en platos y cabezales, sino que trabaja de un modo parecido al de la RAM mediante el uso de memorias volátiles similares a dispositivos flash.

Así, este nuevo hardware dividiría su almacenamiento en dos zonas diferenciadas: una de almacenamiento propiamente dicho y otra, más pequeña, que funcionaría a modo de caché. Esto permite incrementar la velocidad del equipo informático hasta cotas sin precedentes en las operaciones que requieren de uso intensivo del HD. Los equipos informáticos actuales disponen de unos procesadores muy potentes y de unas capacidades de memoria RAM muy altas por lo que si la velocidad del disco duro no acompaña se producen los llamados cuellos de botella, es decir, tenemos un equipo de última generación el cuál no alcanza su rendimiento óptimo por que uno de los componentes no está compensado con el resto.

Ventajas y desventajas de un disco SSD frente al HDD

La propia arquitectura del hardware de los discos SDD implica toda una serie de características que un disco duro clásico HDD no podrá igualar jamás. Veamos algunas de sus ventajas y desventajas.

Más velocidad

En primer lugar, la velocidad del equipo informático se ve incrementada al no haber, digámoslo así, componentes físicos implicados en el proceso de lectura y escritura de datos.

Más silencio

La ausencia de estos mismos componentes hace que el disco sea completamente silencioso. Añade un sistema de ventilación discreto y tendrás una máquina prácticamente inaudible.

Más resistencia

Es bastante difícil provocar el mal funcionamiento o pérdida de datos en estos discos duros a base de impactos físicos… Mientras no te empeñes, claro. También son inmunes a los posibles borrados de datos por exposición magnética.

¿Menos durabilidad?

Los discos SSD aguantan un determinado número de reescrituras sobre cada bloque de memoria, de manera que un uso intensivo puede provocar que su durabilidad se resienta. En cualquier caso, seguiríamos hablando tranquilamente de más de cinco años de uso habitual, no menos que un disco tradicional.

¿Precios altos?

En sus inicios los discos SDD eran significativamente más caros que los HDD para la misma cantidad de almacenamiento. De hecho, ni siquiera se fabricaban con capacidades elevadas. Hoy en día podemos encontrar discos SSD a precios muy competitivos y con capacidades que cubrirán de sobras nuestras necesidades de almacenamiento.

¿Qué aporta el disco SSD a la informática doméstica?

En el campo de la informática profesional, el uso de discos SSD se está popularizando enormemente en los equipos de proceso de datos o usados para diseño gráfico, que requieren de velocidades de procesamiento muy elevadas, no obstante, la tendencia es que los equipos informáticos de puestos administrativos y de uso doméstico los vayan incorporando ya que los procesos de trabajo diario son mucho más fluidos. Existe la posibilidad de optar por una solución intermedia que consiste en mantener en el equipo un disco SSD para el sistema operativo y las aplicaciones y uno HDD para almacenamiento.

En un próximo post hablaré de nuevas tecnologías de almacenamiento como por ejemplo discos con conexión M.2 o dónde realmente vamos a ir a parar inevitablemente: "la nube".